Nos encontramos trabajando en un proyecto de arquitectura ambicioso. Hemos creado una verdadera pieza escultórica con significado propio y una esencia que va más allá de batir récords de altura.
Trabajada como una obra de arte e incorporando los más altos niveles de tecnología bioclimática y estructural, la torre de 176 metros de altura y 36 plantas dispone de una fachada translúcida
destinada a proveer al edificio de protección suficiente frente al asoleamiento durante todo el año, permitiendo a su vez vistas de 360º desde el interior de las oficinas y lofts. Los 2.200 m2 de jardines verticales situados en las diferentes plantas generan pequeños oasis que funcionan como vergeles donde los ocupantes del edificio pueden descansar y relajarse.
El sistema estructural queda visto en fachada y en el núcleo, permitiendo unas plantas abiertas sin pilares que facilitan una flexibilidad total en la distribución de cada una de las plantas, que por la forma orgánica del edificio varían de 1000 a 560 m2.
La forma única y singular de la torre queda resaltada de noche por la iluminación Led en un espectáculo dinámico que además de remarcar la estructura y silueta del edificio, resalta y da movimiento a la cascada vertical que recorre toda la altura de la torre convirtiéndola en uno de los principales hitos de su ciudad.