Presentamos aquí una nueva forma de estructurar juegos infantiles, tanto en zonas acuáticas como secas, basándonos en un sólido conocido desde la Antigüedad: el tetrakaidecaedro, o poliedro de Kelvin.
Formado por 8 hexágonos y 6 cuadrados, ya fue descrito por Arquímedes hace más de 2 milenios. Pero debe su nombre habitual a Lord Kelvin, quien demostró en 1889 que se trata del único sólido semirregular que puede llenar el espacio repitiendose a si mismo.
A partir de diferentes deformaciones del poliedro, con Kelvin City proponemos la unión de estas formas huecas para poder circular a través de su interior y acceder a elementos de juego y tránsito a diferentes alturas. Los usuarios trepan y acceden a puentes y pasarelas desde las plataformas que llevan a toboganes y demás elementos de juego, con un resultado vistoso y original.