Hoy, los viajeros buscan nuevas tecnologías y nuevas experiencias. Las compañías hoteleras lo saben y deben actuar para satisfacer esta demanda. Por consiguiente, las habitaciones inteligentes se han convertido en una prioridad para los hoteleros.
De hecho, las habitaciones inteligentes tienen muchas funciones que permiten que los hoteles sean más eficientes. Permiten reducir los costes en términos de consumo de agua y electricidad o evitar que el personal realice demasiadas tareas mecánicas.
Diseñar o renovar una habitación hoy ya no se trata solo de diseño y colores. De hecho, transformar una habitación se trata más de implementar nuevos equipos tecnológicos: ajustar la iluminación con varias opciones para tener un ambiente personalizado o disfrutar de su cóctel favorito preparado por un robot. Todas estas funciones facilitan y mejoran el estancia de los huéspedes y la mayoría se puede administrar a través de aplicaciones móviles o un control remoto integrado. Estos medios, una vez más, refuerzan la experiencia individualizada del cliente.
Las tecnologías inteligentes también pueden generar el “Efecto Wow”. Algunas empresas ofrecen, por ejemplo, cristales que se ajustan automática o manualmente para optimizar la climatización de la habitación según el gusto del cliente. Este tipo de material inteligente cambia sus propiedades según la temperatura de la habitación. También existen vidrios fotocrómicos que modifican su transparencia en función de la intensidad de luz incidente. Estos materiales ayudan al viajero a adaptarse al destino lo más rápido posible para evitar el jet lag, por ejemplo.
Hoy, las prioridades de los huéspedes están cambiando. La protección del medio ambiente y la reducción de la contaminación se están convirtiendo en temas cada muy importantes para los viajeros, y las habitaciones inteligentes pueden controlar este consumo. Los clientes pueden optar por reducir las visitas que hace el equipo de limpieza o controlar la calefacción o el aire acondicionado con una aplicación conectada a un termostato.
En conclusión, la tecnología hotelera mejora la experiencia del cliente y permite ganar en eficiencia y productividad. Los hoteles buscan constantemente tecnologías para transformar sus servicios y enfrentar los nuevos retos “impuestos” por los viajeros.