Hace unos días se celebraba en el hotel Me Madrid Reina Victoria, una mesa redonda donde se congregaron arquitectos e interioristas especializados en el sector hotelero para debatir y compartir ideas acerca de las tendencias de diseño del sector.
Una de las conclusiones que compartieron los participantes es que el diseño hotelero está cambiando a un ritmo vertiginoso, dejando atrás los conceptos neutros y a gusto de todo el mundo, para convertir espacios personalizados, con identidad propia y basados en una temática concreta.
La experiencia del cliente, la capacidad para sorprender y la exclusividad fueron unas de las ideas más recurridas en torno al debate. “El cliente recuerde dónde ha estado por el diseño del espacio… debe buscar ofrecer lo que nadie ha ofrecido antes, experiencias que el cliente no haya vivido antes, para lograr mantenerse en su memoria” afirmaba el interiorista Pepe Leal.
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Otro tema que no pasó desapercibido fue el mantenimiento que suponen estos espacios “experienciales”, ya que es indispensable garantizar la estética de un diseño a lo largo de toda su vida útil.
También destacó la importancia de los espacios comunes de los hoteles, ya que son espacios con cabida tanto para clientes internos como externos y son el punto de encuentro incluso para los residentes de las ciudades donde se ubican estos hoteles.
Por último, cabe destacar el papel que jugará el mobiliario y materiales de las habitaciones del futuro: las televisiones desaparecerán, y darán paso a dispositivos con conectividad móvil. Los baños serán híbridos para seguir con la tendencia de ahorro energético, y se simplificará el uso de la tecnología para hacerla accesible a todos los clientes.