A la hora de tomar decisiones, no solo para viajar, sino para hacer inversiones en el sector turístico, es siempre recomendable conocer a fondo las tendencias del sector. En esta ocasión, ha llamado nuestra atención el crecimiento en la demanda turística de aventuras.
Primero, y de acuerdo con la Adventure Travel Trade Association (ATTA), se considera viaje de aventura a aquel en el que intervienen al menos dos de tres elementos: la actividad física, el medio natural y la inmersión cultural. Al mismo tiempo, la ATTA distingue dos tipos de aventura según el grado: blanda o dura. Para realizar un viaje de aventura blanda, no son necesarias habilidades especiales, como por ejemplo, para participar en una visita arqueológica, o acudir a un parque de aventuras. En cambio, subir al Everest es claramente un viaje de aventura dura.
Al respecto, a través de los turoperadores especializados, la ATTA ha documentado cuatro tendencias principales: un crecimiento mayor de las actividades de aventura blanda, la personalización de las experiencias, un aumento de la demanda por parte de grupos multigeneracionales y, finalmente, un interés creciente por la inmersión cultural. Esta es la evolución cualitativa respecto de los viajes de aventura cuya profundidad, sin embargo, sólo alcanzamos si observamos la tendencia desde un punto de vista cuantitativo.
Los indicadores son claros: lo que en el año 2010 fue, según un estudio de la propia ATTA, un mercado de apenas 81,4 millones de euros, pasó en el año 2013 a ser de 240.000 millones, y en el 2018 (en este caso según la firma Allied Market Research) a ser de 536.000 millones de euros, con índices de crecimiento anual de hasta el 65%. Estas cifras convierten al segmento del turismo de aventura en el de mayor crecimiento de los últimos años.
Así pues, de acuerdo con lo anterior, hay una clara tendencia global al aumento de la demanda del turismo de aventura y el entretenimiento activo. Los parques de aventura responden a la perfección a esta creciente demanda. En ellos, los turistas y usuarios encuentran una forma segura de realizar actividades poco usuales, poner a prueba sus habilidades, explorar nuevos escenarios y estimular los sentidos, aspectos que buscan en este tipo de actividad. Si tenemos en cuenta el aumento de la demanda de viajes de aventura, sobre todo blanda, no es de extrañar que los parques de aventura se multipliquen por todo el mundo.
Fuentes: Blooloop, Noticias de Turismo, Hosteltur, ATTA, Tripsavvy, Giseletschopp, Allied Market Research