De cómo la rentabilidad de un proyecto depende en buena medida del cuidado de la estética y el carácter artístico por parte de promotores y diseñadores |
En anteriores newsletters hemos trazado un recorrido por los primeros hitos de la tematización en proyectos de ocio hasta bien entrado el s XX. ¿Y la arquitectura? ¿Se vio afectada por estos cambios radicales en los hábitos de consumo y ocio de la población? Primero un poco de historia. Tras la segunda guerra mundial, la cultura consumista de masas transformó el mundo de la música, de la pintura, de la moda y, por supuesto, también de la arquitectura. Los hábitos de vida, consumo y ocio de la población evolucionaron junto al capitalismo y el desarrollo de nuevas máquinas. Por supuesto, las diferentes manifestaciones artísticas, entre ellas la arquitectura y el urbanismo empezaron a hacerse eco de los cambios. El estudio de Venturi y Scott Brown, Aprendiendo de Las Vegas, 1972, es relevante por su influencia en el desarrollo de buena parte de la representación arquitectónica en décadas posteriores. En este estudio los autores defendían que la arquitectura debía expresar y representar el contexto comercial del cual estaba emergiendo. De la arquitectura que buscaba la funcionalidad se evoluciona a una arquitectura que tiene en cuenta la publicidad y su relación con los productos de consumo de masas. Hemos asistido así al florecimiento, en las últimas décadas, de una arquitectura escenográfica, en la que los edificios tienden a concebirse como iconos, acercando la arquitectura a un público que es consumidor masivo y además conectando el diseño de élite con la cultura cotidiana. Frank Gehry es uno de los primeros arquitectos estrella que concilió estructura y decoración en sus edificios, aplicando incluso por primera vez sistemas de diseño computerizados en 3d.
En estos momentos de florecimiento de arquitectura monumental aparecen tendencias que defienden espacios más amables, más habitables y humanos. Con integración en zonas verdes e incorporación de nuevos materiales que permiten cortos tiempos de construcción y una alta efectividad energética.
En Amusement Logic estamos al tanto de estas tendencias, las hemos estudiado y las seguimos con atención y entendemos que este conocimiento y su aplicación conforma una de las bases de nuestro proceso de diseño.
Pensamos que en el diseño del complejo de ocio debe tenerse muy en cuenta la evolución de los modos de representación arquitectónica contemporánea a finales del sXX y principios del XXI. El estricto cuidado de arquitectura y tematización de un proyecto de ocio es tanto o más clave para su rentabilidad y éxito como la funcionalidad de sus instalaciones o la variedad y cantidad de atracciones y servicios. En este sentido, no solo es suficiente el buen hacer e inteligencia del equipo de diseño, sino que es necesario que el promotor sea consciente de la importancia de este aspecto del diseño para el éxito, rentabilidad y relevancia de su proyecto. Por ejemplo, y en resumen, si ponemos a competir dos proyectos de ocio, tendrá más éxito entre el público, obtendrá más relevancia social y cultural, aquel cuya arquitectura, espacios visitables y tematización sean coherentes en su estilo y consistentes en su calidad, aunque tenga menos atracciones que su competencia.